¿Qué es lo que en realidad queremos? Mmm... No entiendo por qué Disney es tan mala onda. Desde pequeñas hemos sido influenciadas con toda esa telaraña de ideas bobas, están ahí sin que nos demos cuenta, de la felicidad, absurda, de la damisela.
Y es que, el vivir felices para siempre depende de todas las desgracias por las que tiene que pasar la tontita, perdón la princesa. Y es que esa es otra, hay que ser una princesa al principio o al final, ya que de otro modo no hay chiste, no existiría la dichosa frase de "vivieron felices para siempre".
Pero bueno, hay que medio analizar en qué consiste el goce de una plena vida. Primero, la jovencita debe estar medio maldecida o ser odiada por alguien. Segundo, caer en la trampa de la rival. Y luego esperar a que campantemente venga el lindo, bello y cómodo príncipe azul a qué, a dar un beso y así dar comienzo a una historia que nadie sabe en qué terminará.
Lo que a simple vista se observa es que el buen mozo sólo andaba por ahí y sin querer queriendo halló a la doña medio muerta, aunque este fue más pilas que Romeo, que se auto-envenenó al saber que su amada yacía en el lecho sin vida, sino que la besa, por si las moscas.
Pero, que pereza. Yo prefiero al príncipe verde que al azul, ese no es muy cómodo. Quizás en esa historia para ambas partes, su pesar es más equitativo. Además, el verde es mi color favorito. Pero... ¿y si el sapo se pasa de sapo?
Cómo sea, el chiste para las que quieren y desean seguir la receta de Disney es conseguirse un enemigo gratuito, hacer lo imposible posible para que te maldiga y que se cumpla su palabra. Pero no te pongas mal, al final vivirás feliz para siempre como en los cuentos de hadas.
Cómo sea, el chiste para las que quieren y desean seguir la receta de Disney es conseguirse un enemigo gratuito, hacer lo imposible posible para que te maldiga y que se cumpla su palabra. Pero no te pongas mal, al final vivirás feliz para siempre como en los cuentos de hadas.